Recorrer senderos en bicicleta de gravel fue intenso. Estoy acostumbrado a la suspensión rígida de la bicicleta de trial, pero la barra de caída y la geometría fueron todo un desafío. Tu cabeza está tan adelantada que casi estás colgado boca abajo de la bicicleta, los frenos están en otros lugares a los que estoy acostumbrado y eso, combinado con senderos individuales y saltos, fue bastante intenso. El bajo peso de la bicicleta también fue un problema al saltar, ya que incluso las más pequeñas ráfagas de viento podrían causar verdaderos problemas. Calcular la velocidad correcta tampoco fue fácil: la bicicleta de gravel es mucho más rápida que una bicicleta de descenso. Además, sientes cada piedra.

—Gabriel Wibmer